Lunes 17 de noviembre de 2025
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¿Por qué la Virgen María no es corredentora según el Vaticano?

La Iglesia Católica reafirma la centralidad de Cristo y el incomparable rol maternal de María. La doctrina católica es clara al sostener que Jesucristo es el único Mediador entre Dios y los hombres.

¿Por qué la Virgen María no es corredentora según el Vaticano?
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La Iglesia Católica reafirma la centralidad de Cristo y el incomparable rol maternal de María.

El Dicasterio para la Doctrina de la Fe, ha emitido este 4 de noviembre, una Nota Doctrinal crucial que busca la clarificación sobre la enseñanza de la Iglesia Católica respecto a la Santísima Virgen María, buscando prevenir malentendidos y reafirmar la armonía de las verdades de la fe cristiana.

El comunicado destaca que el papel de María se inserta en el misterio de Cristo como Madre de Dios y Colaboradora Suprema en la obra de la salvación, sin que esto suponga una mediación paralela o independiente.

La única mediación de Cristo

La doctrina católica es clara al sostener que Jesucristo es el único Mediador entre Dios y los hombres. Cualquier otra cooperación en la Redención brota y depende totalmente de la obra perfecta de Cristo.

"El sacrificio de la cruz, ofrecido con corazón amante y obediente, presenta una satisfacción sobreabundante e infinita, y la obra redentora ha sido perfecta y no necesita añadido alguno," indica el documento.

La institución reitera el consenso teológico actual, en línea con el Magisterio de la Iglesia, de evitar el uso de títulos como Corredentora. Estos términos son considerados inoportunos porque "corren el riesgo de oscurecer la única mediación salvífica de Cristo" y pueden generar confusión o un desequilibrio doctrinal.

El verdadero título: Madre y colaboradora activa

El rol de María es insustituible y se entiende mejor a través de su maternidad espiritual y su cooperación activa en el plan divino. Ella es la primera redimida por Cristo, quien libremente dijo “hágase” en la Anunciación, abriendo las puertas a la Encarnación.

La contribución de la Virgen se define como una "mediación participada y subordinada" a la de su Hijo. Su intercesión es de carácter maternal, ofreciendo su protección y cercanía a los creyentes. Este culto a la Madre no busca debilitar, sino estimular la adoración a Cristo, el verdadero origen y fuente de toda gracia.

Esta Nota Doctrinal tiene como objetivo orientar la piedad popular y la reflexión teológica. Su propósito fundamental es asegurar que todo reconocimiento a la Virgen María remita siempre a la glorificación de la Santísima Trinidad, fuente originaria de todo bien.

La Iglesia honra a María como la Madre de Dios que nos guía hacia su Hijo, con su intercesión implícita en el mandato de "Haced lo que Él os diga" (Juan 2,5). Su grandeza no es sino un canto elocuente a la eficacia de la gracia divina, de la cual ella constituye el ejemplo más excelso.

Noticia Al Dia / Arelys Munda

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