Un contingente de aproximadamente 50 efectivos militares peruanos se desplegó la mañana de este domingo en la frontera sur con Chile, específicamente en el sector de la Línea de la Concordia, como parte del Estado de Emergencia decretado por el presidente José Jeri. Esta medida busca contener el flujo de migrantes irregulares que intentan ingresar al territorio peruano.
El despliegue tendrá una duración de 60 días y su misión principal será apoyar y acompañar la labor de la Policía Nacional en el resguardo fronterizo y en los controles de identidad en los distritos limítrofes de Palca, Tacna y La Yarada – Los Palos. La decisión del Gobierno peruano responde a la percepción de que se está gestando una "oleada" de migrantes indocumentados, muchos de ellos venezolanos, que buscan abandonar Chile.
La medida peruana se produce en un clima de alta tensión, impulsada por las recientes declaraciones del candidato presidencial ultraderechista chileno, José Antonio Kast, quien ha prometido la expulsión de migrantes irregulares en caso de asumir la presidencia. Esta retórica ha generado una concentración de personas, algunas de ellas familias completas, varadas en el paso Chacalluta-Santa Rosa sin la documentación necesaria para ingresar a Perú.
Por su parte, las autoridades chilenas descartaron que exista un "flujo anormal" en la frontera. El subsecretario del Interior, Víctor Ramos, indicó que la situación es “normal” y que los mecanismos de control implementados por el gobierno de Chile han funcionado adecuadamente, agregando que los flujos actuales no difieren de otros momentos del año.
"La declaratoria de estado de emergencia es crucial para generar tranquilidad y evitar que nuestras fronteras sean consideradas una coladera. No permitiremos el ingreso sin autorización y reforzaremos los esfuerzos con las Fuerzas Armadas para garantizar la seguridad ciudadana", sostuvo el presidente peruano José Jeri en un comunicado previo.
Cooperación binacional y alerta humanitaria
En paralelo a la militarización, ambos países han abierto un canal diplomático para enfrentar la situación migratoria. Las cancillerías de Perú y Chile acordaron la creación de un Comité Binacional de Cooperación Migratoria para coordinar acciones en la frontera.
No obstante, organizaciones como la Red Nacional de Organizaciones Migrantes y Promigrantes han emitido una alerta por la potencial crisis humanitaria de las familias varadas, instando a las autoridades a establecer un corredor humanitario para aquellos que desean regresar a sus países de origen de forma segura y digna.
El Gobierno de Perú ha sido enfático en que la militarización busca tanto el control migratorio como la prevención de delitos asociados al tránsito irregular, como el tráfico de personas. La situación en la Línea de la Concordia se mantendrá bajo vigilancia permanente de las fuerzas combinadas durante los próximos dos meses.
Noticia Al Dia / Con información de BioBioChile
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