Viernes 12 de diciembre de 2025
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Papa León XIV preside por primera vez la misa solemne a la Virgen de Guadalupe en El Vaticano

Reescribiendo la historia en su pontificado, el Papa León XIV presidió por primera vez la misa solemne en la Basílica de San Pedro, en conmemoración a la Solemnidad de Nuestra Señora de Guadalupe

Papa León XIV preside por primera vez la misa solemne a la Virgen de Guadalupe en El Vaticano
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Reescribiendo la historia en su pontificado, el Papa León XIV presidió por primera vez la misa solemne en la Basílica de San Pedro, en conmemoración a la Solemnidad de Nuestra Señora de Guadalupe.

Durante su emotiva homilía, el Pontífice resaltó el profundo significado de la Morenita, afirmando que ella “despierta en los habitantes de América la alegría de saberse amados por Dios”.

La presencia del Papa en esta ceremonia tradicional destaca su compromiso personal con la devoción mariana y la continuidad a la tradición de sus predecesores. El Santo Padre, cuyo nombre de pila es Robert Francis Prevost, mantiene viva la esperanza de poder viajar a México para venerar a la Guadalupana personalmente.

Un mensaje de unidad esperanza

Ante la imagen venerada de la Morenita del Tepeyac, el Pontífice recordó el centro del consolador y poderoso mensaje de María: "¿Acaso no estoy yo aquí que soy tu madre?".

“Es la voz que hace resonar la promesa de la fidelidad divina, la presencia que sostiene cuando la vida se vuelve insoportable”, recalcó el Papa, señalando la esperanza en medio de "conflictos que no cesan, injusticias y dolores que buscan alivio".

Con una ternura palpable, el Santo Padre destacó que la maternidad de María nos descubre como hijos. "¿Qué debemos hacer para ser los hijos que tu corazón desea?", preguntó, para luego responder con la voz de la Virgen: "Hagan lo que Él les diga".

El momento más conmovedor llegó cuando el Papa se dirigió directamente a la Virgen, pidiéndole guía y consuelo:

"Sí, Madre, queremos ser auténticos hijos tuyos: dinos cómo avanzar en la fe cuando las fuerzas decaen y crecen las sombras. Haznos comprender que contigo, incluso el invierno se convierte en tiempo de rosas”, imploró León XIV, encomendando a la Virgen de Guadalupe una plegaria por las naciones, los gobernantes, la juventud, los alejados de la Iglesia y las familias.

Las sentidas palabras del Papa León XIV, llenas de fe y calidez, marcaron un momento de profunda conexión espiritual con la Patrona de América, reafirmando el papel de María como Madre y guía incondicional en los tiempos difíciles.

Noticia Al Dia / Arelys Munda

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