El emprendimiento económico para enfrentar la crisis del país está en su punto y se necesita estimular a la población a dedicarse a ello. Sería interesante el aprovechar esta fruta que se pierde en los patios y jardines de las casas de cientos de familias que la ven como un estorbo en vez de comercializarlo en grandes cantidades
-En Maracaibo es común escuchar a las madres que, desde tempranas horas, dicen a sus hijos que ayuden a recoger lo mangos en el patio, que, por cantidades industriales, cada año, se producen. ¡Muchacha… barré esos mangos!, se suele decir y asimismo, ¡pasá y te los lleváis to!, una manera de deshacerse del producto del que están hartos.
En un 90 % de las residencias de Maracaibo hay un mata frondosa de este fruto, bien sea en el frente, patio o los laterales y cuando es temporada no cabe uno más y llegan a "tapizar", literalmente, los alrededores de la vivienda. Existe en esta ciudad, en la parroquia Idelfonso Vásquez, una urbanización que lleva su nombre Urbanización Los Mangos, que debe su mote a la cantidad de árboles que existían en los terrenos donde se construyó el urbanismo.
En Venezuela las plantaciones de mango están localizadas en los estados Aragua, Carabobo, Miranda, Guárico, Anzoátegui , Zulia y Monagas, aún cuando se produce a pequeña escala en toda la geografía venezolana.
Se terminó el mes de mayo y la producción de la exquisita fruta adorna los patios de la mayoría de las viviendas de la ciudad. Se escucha la expresión “los mangos están bajitos” en referencia al tema electoral y los maracuchos esperan que no se convierta en un “arroz con mango”, como en otras oportunidades. Mientras tanto recogen cientos de kilos del suelo en mal estado colocados en sacos y botados al cesto de la basura.
En Venezuela se pierden los mangos
-Recientemente nos llamó la atención los datos aportados en un artículo de opinión en nuestro diario por el articulista Ángel Montiel donde señala que países como Malasia, India, Paquistán, México e Indonesia comercializan los mangos, mientras que Estados Unidos, Reino Unido y Canadá son grandes importadores de ellos y altamente cotizados. En Venezuela, miles de toneladas se pierden cuando llega la temporada de cosecha.
Se asegura que representa en el comercio mundial de frutas, el 75 por ciento del volumen total de producción y que cada día aumenta su exportación y la demanda a la Unión Europea es cada vez mayor.
Se señalan a países como Holanda, Francia y España que se han sumado al proceso de comercialización y los pedidos de los consumidores aumenta cada día, como el caso de Colombia que se ha incorporado al negocio internacional y cuenta con 35 mil hectáreas sembradas, estimándose una producción nacional de 360 mil toneladas del producto listo para la exportación.
Su árbol puede alcanzar hasta 30 metros de altura y los agricultores prefieren los que tienen dimensiones más manejables de diez metros de altura, lo que se logra mediante la técnica de aplicación de injertos y de ahí los distintos tipos con sabor a trementina, los llamados mango "piedra" los "manzano" entre otros.
Su cultivo data de miles de años. Los portugueses lo llevaron a Brasil en el siglo XVII, desde donde se difundió por América y a pesar de ser una rica fruta tiene poca comercialización y mercado como en otros países que es de gran importancia.
Bondades de un fruto sagrado
Sus bondades se relacionan con la salud, y están registradas en antiguos documentos de La India, hasta el punto de haber sido calificado como fruto sagrado. Se habla de que un solo mango puede aportar toda la vitamina C requerida en un día, casi el 70% de la vitamina A y, prácticamente, la mitad de la vitamina E necesaria, además de la cuarta parte de la fibra.
A parte de esto, ofrece la combinación perfecta de minerales, como el hierro y el potasio. Y como no contiene grasa ni sodio, gracias a su capacidad de saciar el apetito y a su bajo contenido calórico, 62 calorías por cada 100 gramos, es usado en regímenes de pérdida de peso.
Hace no muchos años era frecuente escuchar a un joven manifestarle a una linda dama: “Eres más dulce que mango de hilacha”, o piropos como » estás como un mango». Otra expresión común de las féminas es llamar “mango” a los jóvenes atractivos, hoy está prácticamente en desuso.
El futuro de su cultivo
Para los países productores como Venezuela su futuro se pierde de vista. El desarrollo de la técnica de injertos, ha permitido la expansión del mango y el árbol pueda cultivarse en ambientes con sistema de riego controlado. Gracias a ello, se pueden programar varias cosechas y ofrecer el producto durante todo el año.
Los hombres del campo señalan que se inició el proceso de industrialización de la concha y la semilla de esta fruta que ofrece muchas aplicaciones en nutrición y salud.
El país que necesita de emprendimiento económico para salir del estado de depresión en el que se encuentra, necesita de un estimulo para aprovechar esta fruta que se pierde en los patios y jardines de las casas de cientos de familias que ven el fruto como un estorbo y los regalan. No quisiéramos escuchar jamás: ¡ Muchacha bota esos mango, despeja el patio.
NAD