El influyente artista español Pablo Picasso, gran exponente del cubismo y uno de los artistas más admirados de su época. Siempre demostró su gran amor y respeto hacia los animales, en especial hacia Lump, el perro que más resalta en su biografía.
En la vida del pintor existieron muchos perros, de todo tipo de razas, unos eran suyos, otros no. Pero Lump fue el más popular. El canino de raza salchicha perteneció al inicio a David Duncan, un fotógrafo de guerra y amigo de Picasso; fue el responsable de retratar muchos de los aspectos de la vida del famoso artista y de su segunda esposa Jacqueline Roque.
Se dice que Duncan compró a Lump para hacerle compañía a otro de sus perros, Kubla Khan, un lebrel afgano. Sin embargo, se relata que ambos no se llevaron bien, lo cual hizo más sencilla la decisión de dejar a su perro bajo el cuidado de Picasso.
Tiempo después David publicaría una serie de libros fotográficos, tanto del trabajo de Picasso como de Lump y el pintor; lo que sería una de las principales fuentes existentes sobre la relación de la pequeña mascota y su amo.
Una conexión inexplicable
Cuando Lump y Picasso se conocieron, en el 1957, la conexión entre ambos fue instantánea e inexplicable, lo que lo llevó a preguntarle a su amigo si podía quedarse con el animalito, a lo que el fotógrafo no pudo negarse. Y así se inició la historia de Picasso con su más fiel amigo.
Es muy importante destacar que Lumpcito, como le decía de cariño su dueño, se convirtió en una de sus musas. Apareció y protagonizó varias de las obras de Picasso, que iban desde cerámicas hasta pinturas, lo que demostró la profunda influencia que tuvo en la vida y obra del gran artista.
A pesar de que la vida de Lump en el hogar de Picasso era privilegiada, incluso se dice que el artista consentía al canino y lo trataba como a otro humano, la edad empezó a hacer estragos en el perro, comenzó a presentar problemas en su espina dorsal, lo que le impidió seguir utilizando sus piernas traseras.
Lo llevaron hasta Alemania para recibir tratamiento, y lograron alargar su vida unos diez años, pero Lump no pudo resistir más y murió diez días antes que Picasso, un 29 de marzo de 1973.
La aparición más famosa de Lump en el arte de Pablo Picasso es en la reinterpretación de Las meninas de Velázquez.
Picasso compartió una profunda conexión con su mascota. Juntos exploraron el arte y la vida y trascendieron las barreras del lenguaje y la especie.
Noticia al Día / Yorgelis Labarca / Pasante