Sábado 27 de septiembre de 2025
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Los efectos del pánico: Miedo sísmico

La función del pánico en el cerebro es activar una respuesta de supervivencia ante una amenaza percibida, desencadenando la reacción de lucha o huida a través de la amígdala y el hipotálamo.

Por Pasante1

Los efectos del pánico: Miedo sísmico
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El pánico es una respuesta natural y primitiva del cerebro ante una amenaza percibida, como por ejemplo un terremoto, que la mente activa como un mecanismo de defensa de "lucha o huida" preparando al cuerpo para actuar rápidamente.

En el contexto de un sismo, el miedo a un nuevo temblor o el recuerdo de episodios traumáticos previos, puede intensificar esta reacción. Esta respuesta es la causa de que se experimenten síntomas físicos y mentales diseñados para la supervivencia, pero que resultan aterradores.

El pánico tiene un lado oscuro, sus síntomas físicos pueden ser muy alarmantes: opresión en el pecho, un ritmo cardíaco acelerado, mareos, sudoración y dificultad para respirar.

Estos signos son el resultado de la adrenalina y el cortisol que se liberan en el torrente sanguíneo preparando al cuerpo para la acción, sin embargo, para la persona que lo padece, estos síntomas pueden confundirse con un ataque al corazón, generando aún más miedo.

En lo que al cerebro se refiere, el pánico puede causar una sensación de irrealidad, desorientación y un intenso sentimiento de pérdida de control que a largo plazo puede llevar a una ansiedad persistente, insomnio y evitar situaciones que se perciben como peligrosas.

Cómo gestionar el miedo y el pánico ante un sismo

Ante la posibilidad de nuevas réplicas es vital que la población esté preparada, no solo físicamente, sino también mentalmente.

Se recomiendan los siguientes pasos para manejar el pánico: mantener la calma, incluso si suena difícil. Concentrarse en la respiración profunda puede regular el ritmo cardíaco y calmar el sistema nervioso. También aceptar la situación y reconocer que el miedo es una reacción natural, que sus síntomas temporales ayuda a reducir la ansiedad, sin la necesidad de luchar contra ese estado mental.

Es fundamental buscar información en fuentes oficiales y evitar las cadenas de mensajes en las redes sociales que propagan rumores, muchas veces, mal infundados ya que la desinformación es un catalizador del pánico.

En el momento del sismo la gente tiene que buscar un lugar seguro yendo a un espacio abierto y alejado de estructuras altas para ganar una sensación de control y seguridad. Si el pánico persiste y afecta la calidad de vida, la persona debe buscar ayuda profesional, pues los psicólogos pueden ofrecer herramientas y estrategias para procesar el trauma.

La resiliencia de la población zuliana que promueve la calma y la solidaridad en las redes, es un ejemplo de cómo la comunidad puede unirse para contrarrestar el pánico en situaciones generadas por un fenómeno natural como un sismo o terremoto.

Noticia al Día / José Montiel / Pasante

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