En la calle 85 nos topamos con aquella tragedia. La escena no apta para personas sensibles. Al borde de la acera, La Barbie desmembrada, la cabellera a un lado, un brazo desprendido, lo mismo el dorso.
La muerte de La Barbie es una historia en el mundo de lo irreal, de lo imaginario. ¿Acaso no vivimos en esos polos de la existencia? Somos imaginación y realidad, algunas veces, mas fantasía.
Muchas personas creen que al crecer, la infancia se queda atrás, piensan que ese mundo de los juegos, se terminó, ya no existe, es un error, seguimos llevando un niño interior. Disney nos iluminó al respecto. Las películas de Dumbo, Blanca Nieves, La Dama y El Vagabundo, Pinocho, La Cenicienta atraen a las salas a grandes y pequeños.
Con 64 años entre pecho y espalda, encontrarme con el cadáver de La Barbie me impactó. Cuantas ilusiones allí rotas. Somos sentimentales, si lo somos, y no nos da vergüenza.
JC