El 25 de octubre, La Basílica estuvo cerrada, para recibir a los feligreses al encuentro con su señora de Chiquinquirá, sin embargo, eso no fue un impedimento para Isaira Rodríguez, quien, en medio de la ocupación, entre tanto limpiar, acomodar y decorar, Rodríguez con lágrimas en sus ojos y unas flores en sus manos, se acercó a la imagen de la Virgen de la Chinita para entregarle aquel regalo.
Los pétalos, con el paso del tiempo, se irían al ritmo del viento, pero para ella, eso era una promesa que quería cumplirle a la Chinita. Noticia al Día, estuvo allí, esperó que Rodríguez terminará de orar, se secará las lágrimas para luego abordarla.
"Yo soy muy devota a la Virgen, yo le hago promesas. El domingo pasado terminé las seis promesas" Comentó ella.
Rodríguez, cuando empezó a contar sus procesos de vida con su devoción, le tocó cada fibra de su ser y las lágrimas en sus ojos no tardaron en aparecer…
"Hace un mes se me murió mi sobrino, no se pudo hacer nada, pero gracias a Dios mi hermano está bien. Dios nos protege, la Virgen nos protege, así estemos lejos o cerca, así seamos humildes de corazón, la virgen nunca nos ha abandonado, siempre está ayudando", dijo entre lágrimas.
Para ella, el motivo que la llevo a hacer devota a la Chinita, fue cuando tenía 12 años, su hermana de un año falleció, eso provocó un gran dolor emocional que afectó a su mamá, eso trajo como consecuencia que se enfermará y terminará en el hospital psiquiátrico.
"Entonces fui a que mi tía, en el camino, en la esquina de un monte, me arrodille, le pedí mucho a mi Dios, a mi Chinita y a José Gregorio. Mi mamá al otro día vivió bien y nunca más se volvió a enfermar", aseguró con una sonrisa de alivio.
Para Rodríguez, en todo momento la Virgen de Chiquinquirá estuvo como apoyo durante toda su vida.
Por otro lado, otra fiel devota, Yenny Méndez, comentó cómo la Virgen María durante una complicación de su embarazo, por medio de una oración hacia ella, logró que su bebé, al nacer, estuviese bien. Desde entonces, todos los años, le regala una flor, como promesa y muestra de agradecimiento por la ayuda que recibió. Y agregó que en estos encuentros tan íntimos siempre pide por sus hijos, por Venezuela y por el futuro de los ciudadanos.
También se encontraron a otras personas vendiendo rosarios, pulseras y flores para este encuentro tan esperados para los católicos marabinos, entre ellos, Helena Valderrama, odontóloga general integral, estuvo en la mañana, realizando venta de flores para la indulgencia a la Virgen.
Ella comentó, con mucha seguridad, que en el país hay muchas personas llenas de esperanza y fe. Además, agregó que, eligió los colores de la bandera, amarillo, azul y rojo, para las flores. Porque es muy necesario que en esta vida terrenal, los seres humanos se mantengan en oración por Venezuela, tanto requiere de personas creyentes, dispuestas a orar durante horas por la necesidad de su gente.
¿Qué se espera este año en la bajada de la Chiquinquirá?
Este año se calcula que asistirán aproximadamente 200 mil personas, en la plazoleta de la basílica. Que será presidida a las 5 de la tarde por el padre de la iglesia.
Además de eso, se pudo observar que Corpo Elect y Corpo Zulia, están colocando los reflectores para este maravilloso evento que toca los corazones de cada devoto de la Virgen de la ciudad de Maracaibo.
Se encuentran además diversas personas vendiendo rosarios, pulseras y flores. Los rosarios de perlas, tienen un precio de cinco dólares y el cambio en bolívares lo hacen a 45 bsf, las pulseras las venden en tres dólares y las flores están en seis dólares, luego de la compra de algún producto, los vendedores regalan una estampitas de la Virgen.
Pero al final, todos los que se pudieron observar en el lugar, tienen la esperanza de que con oración, fe y participación en este encuentro, podrá haber una mejora, tanto en su vida personal como para todos los ciudadanos de Maracaibo.
Elianny Isabel Touissant/Pasante.