El gran maestro Jesús Soto , quién con su arte centró la búsqueda en el constante movimiento, que le llevó a desafiar las posibilidades perceptivas del ojo humano, murió hace 19 años el 14 de enero del 2005 en París.
Soto, fue el artista moderno venezolano de mayor trascendencia mundial, uno de los creadores del arte cinético de sus máximos exponentes.El mundo conoce sus monumentales obras y las de menor escala, expuestas en museos y galerías, en colecciones privadas, plantadas en ciudades, plazas, edificios y jardines de países como Francia, Japón, Canadá, España, Suiza, Nicaragua, Estados Unidos, Alemania, etc.
Este artista venezolano fue particularmente famoso por sus "penetrables" esculturas dentro de las cuales, las personas pueden caminar e interactuar. Se ha dicho que el arte de Soto es inseparable del observador, sólo puede estar completo con la ilusión percibida por la mente como resultado de la observación. Su trabajo se caracteriza por el continuo estudio del movimiento y la desmaterialización de la forma, produciendo construcciones de carácter cinético en las cuales la participación activa del espectador se vuelve clave.
Con la intención siempre manifiesta de involucrar al espectador en sus obras, trabajó desde sus comienzos en la década de los años 1950, en los efectos dinámicos logrados a partir de diversos materiales bidimensionales superpuestos, hasta encontrar en sus inmensos penetrables la posibilidad de sumergir al público en una experiencia viva.
El artista guayanés que ha logrado emocionar al mundo con sus creaciones, su obra es, sin duda, un orgullo para todos los venezolanos.
El Soto del Zulia
La obra del Maestro Soto, titulada "Penetrable del Zulia",es un gran símbolo para el Centro de Arte de Maracaibo Lía Bermúdez (CAMLB) y para el Zulia.
En la entada del museo, ícono centro artístico de la región, se exhibe el único penetrable del artista en contener agua en su composición original.
El hecho de que las personas puedan “sumergirse dentro de la obra”, lo convierte en una experiencia única para los sentidos humanos como la vista, tacto, olfato y audición, generando esa sensibilidad que solo la magia del arte regala.