Agnes Gonxha Bojaxhiu nació el 26 de agosto de 1910 en la ciudad balcánica de Uskub, en ese entonces parte del Imperio Otomano, era la menor de los hijos de un matrimonio acaudalado. Su padre, vinculado a la política de Albania, murió envenenado cuando Agnes tenía ocho años. A partir de ese momento, su madre la educó en el seno de la religión católica.

El 5 de septiembre de 1997, murió en Calcuta a los 87 años de edad, fue uno de los iconos solidarios del siglo XX, a quien llamarían, la Madre Teresa de Calcuta. Una mujer diminuta, que dedicó su vida a los más pobres de entre los pobres.
Fue beatificada en 2003 por su amigo Juan Pablo II que, emocionado, perdió la voz y no pudo acabar de leer la homilía.
En 2016 el papa Francisco presidió la canonización que la convertía oficialmente en santa para los católicos. Un título que el mundo entero le había otorgado en vida por su dedicación total a los descartes de la sociedad.
En 1979 recibió el Premio Nobel de la Paz, aunque también hubo voces críticas con sus métodos a la hora de hacer el bien.
Desde niña
Con tan sólo doce años, ingresó en la Congregación de las “Hijas de María”, donde inició su actividad de asistencia a los más necesitados. Conmovida por las crónicas de un misionero, a los dieciocho abandonó para siempre su ciudad natal y viajó a Dublín para integrar la Congregación de “Nuestra Señora de Loreto”.
Como quería ser misionera en la India, embarcó hacia Bengala, donde cursó estudios de magisterio. Allí eligió el nombre con el que sería reconocida mundialmente: “Teresa”. Apenas hechos los votos pasó a Calcuta, la ciudad con la que habría de identificar su vida y su vocación de entrega hacia los pobres.
Fundó “Misioneras de la Caridad”
Mientras estudiaba enfermería con las “Hermanas Misioneras Médicas de Patna”, Teresa de Calcuta abrió su primer centro de protección de niños. En 1950, año en que adoptó también la nacionalidad india, fundó la congregación de las “Misioneras de la Caridad” que fue creciendo y extendiéndose hacia otros países.

La difusión de su profusa obra dedicada a los más necesitados fue consagrada en 1979 cuando recibió el premio “Nobel de la Paz”. A mediados de la década del ´80, su salud comenzó a desmejorar siendo intervenida quirúrgicamente en el 89 donde se le implantó un marcapasos. Cuatro años después, contrajo la malaria en Nueva Delhi, enfermedad que se complicó con sus dolencias cardíacas y pulmonares.
Pocos días de celebrar sus 87 años, ingresó en la unidad de cuidados intensivos del asilo de Woodlands, en Calcuta, donde falleció. Miles de personas de todo el mundo se congregaron en la India para despedir a la llamada “Santa de las Cloacas”. Seis años después de su muerte, en octubre de 2003, la Madre Teresa de Calcuta fue beatificada, en una multitudinaria misa, por Juan Pablo II.
Noticia al Día/Con información de Perfil Radio y RTVE