En un ambiente de júbilo y celebración, el país presenció la inauguración de la autopista Caracas-La Guaira, una de las obras de infraestructura más emblemáticas de la era moderna en Venezuela.
La ceremonia estuvo encabezada por el entonces presidente Marcos Pérez Jiménez, acompañado de su equipo de gobierno, representantes del sector empresarial y miles de ciudadanos que se congregaron para ser testigos del evento. La inauguración no solo marcó un hito en la conectividad del país, sino que también fue una muestra del impulso desarrollista que caracterizó la época.
El evento incluyó una gran celebración popular, con música en vivo, espectáculos y una masiva degustación de carne en vara, que atrajo a cientos de comensales en una verdadera fiesta de integración. Además, se realizaron exhibiciones de autos y motocicletas recorriendo la vía, demostrando la rapidez y seguridad de la nueva carretera.
La autopista, con una extensión de 19 kilómetros, se convirtió en la arteria principal que conecta la capital con el principal puerto del país, reduciendo significativamente el tiempo de traslado y facilitando el comercio y el turismo. Su diseño, con viaductos y túneles, fue considerado una proeza de la ingeniería de la época y un símbolo del progreso nacional.
Con la puesta en funcionamiento de esta vía, Venezuela dio un paso firme hacia la modernidad, consolidando su infraestructura y proyectando un futuro de mayor desarrollo y conectividad.
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