Trasnochos, calor, zancudos, dolencias de todo tipo, es lo que soportan los zulianos con las largas jornadas sin electricidad, desde comienzo de año, que se registran apagones y bajones hasta de seis horas en algunos municipios y mantienen "azotados" a los pobladores.
Nadie oficialmente dice nada, solo el colectivo se queja, como si fuera al único que le afecta, mientras que cada días es mayor la pérdida de artefactos eléctricos en las comunidades.
Dicen los expertos que la probabilidad de no poder mantener la estabilidad eléctrica es muy alta porque el Zulia no tiene autogeneración térmica que respalde el sistema interconectado por fallas en el suministro de gas.
El mes pasado, se contabilizaron seis mil 935 fallas, que son 892 más en comparación con los cortes computados en marzo, que fueron seis mil 43, lo que representa un incremento del 14,7 %.
El estado que más sufrió interrupciones en el servicio eléctrico en abril fue Zulia, donde el Comité de Afectados por Apagones computó 740 fallas, seguido de Apure, con 411 cortes, y Táchira, con 410.
Caracas registró el menor número de fallas el mes pasado, con 119, además del estado costero La Guaira, con 140, de acuerdo con el comité.
De visita al mercado Las Pulgas para conocer los precios de la cesta básica, escuchamos las múltiples quejas de los marabinos, no sólo por los altos precios de los insumos, sino por el excesivo calor que se ha desatado en las últimas semanas, con temperaturas por encima de los 40 grados.
“Aquí no se ha acabado la Semana Santa, mijo, porque tenemos la cruz a cuesta de unos bajones y apagones a cada momento”, le escuchamos decir a un vendedor de verduras en una carretilla que se llevaba la franelilla hacia la cara para limpiar el sudor.
Casi 900 fallas eléctricas más se registraron el mes pasado respecto a marzo en Venezuela, según datos suministrados por el Comité de Afectados por Apagones.
se han perdido millones de bolívares en artefactos eléctricos, y que la gente no podrá, bajo esta crisis económica, comprar de nuevo. No sólo se está perdiendo lo material, se está perdiendo la tranquilidad, el sosiego y la armonía de la familia zuliana”.
La cruz a cuesta
Vendedores de agua, refrescos, jugos, se han multiplicado, la mayoría ofrece en las paradas de autos por puesto y en las busetas. "¡Matate el calor, matate el calor!", gritan los vendedores a quienes después de las 11 de la mañana intentan salir de la zona comercial y muchos compran agua para tomar y echarse en la cabeza.
La rotación de los circuitos para aplicar los racionamientos inhumanos se traduce en una crisis que afecta a todos sin distingo de clase en esta región del occidente del país donde la temperatura es insoportable y ni los que tienen plantas eléctricas pueden enfrentar esa ola de calor por la escasez y precio de la gasolina que no se los permite.
¡Vergación de calor!, es la expresión más común escuchar entre los maracuchos, quienes tratan de sofocarlo con lo que tengan en la mano.
Esta semana los zulianos se han enfrentado a centenares de fluctuaciones eléctricas, mientras la corporación eléctrica nacional les ofrece a los zulianos el plan Borrón y Cuenta Nueva, y los expertos aseguran que el estado es el más vulnerable del sistema interconectado.
