La oficina de prensa de la Santa Sede informó hoy lunes en un escueto comunicado, que el Santo Padre vuelve a suspender su agenda porque “persisten síntomas gripales”.
Se han suspendido las audiencias desde esta mañana -señaló- porque los síntomas de gripe persisten, aunque no hay fiebre.
El sábado el malestar obligó al Pontífice a suspender las audiencias previstas, pero el domingo presidió el tradicional rezo dominical del Ángelus asomado a la ventana del palacio pontificio.
A finales de noviembre el Papa sufrió una bronquitis, por la que tuvo que anular algunos de los actos previstos, celebrar el Ángelus en privado y evitó asomarse a la ventana ante los fieles en la plaza de San Pedro. También tuvo que ser sustituido por un colaborador para leer sus discursos.