Esa costumbre de guardar todos los restos de comida en el refrigerador después de una cena como las que se hace en estos días de navidad y puede resultar peligrosa, según expertos en nutrición.
Algunos de ellos que normalmente se han considerado aptos para la conservación en frío, pueden sufrir alteraciones que los hacen potencialmente peligrosos para la salud, según lo advierte Jhanvi Sanghvi, nutricionista clínica e Influencer india.
La especialista advierte sobre tres ingredientes clave que jamás deben ser refrigerados.
En lo más alto de la lista de alimentos a evitar en el refrigerador se encuentran las cebollas. Aunque puedan parecer inofensivas, la refrigeración puede provocar la aparición de moho. El exceso de humedad en el frigorífico crea un ambiente ideal para que las esporas de hongos crezcan, lo que puede desencadenar problemas digestivos como vómitos, calambres estomacales y diarrea.
Sanghvi explica que el moho en los alimentos puede producir micotoxinas, compuestos químicos venenosos que afectan nuestra salud.
Esta es una de las razones por las cuales las cebollas deben almacenarse en un lugar fresco, oscuro y seco, como un armario, para evitar estos riesgos.
Otro de los alimentos es el ajo, un ingrediente común en la cocina que presenta riesgos si se guarda en el refrigerador. Al igual que las cebollas, puede brotar y volverse gomoso cuando se enfría, perdiendo su sabor y potencia.
Explica la nutricionista que la refrigeración puede inducir la formación de moho y hongos en el ajo, lo que lo hace aún más peligroso para la salud. Recomienda evitar la refrigeración para mantenerlo en su mejor estado y sabor.
Otro alimento que debe estar fuera de refrigeración son las papas porque el frío transforma sus almidones en azúcares, lo que modifica tanto su sabor como su textura, volviéndolas más dulces y arenosas.
Sin embargo, el mayor peligro de refrigerar papas crudas radica en su posible conversión en acrilamida al cocinarse a altas temperaturas, un compuesto potencialmente dañino que se forma cuando las papas se fríen o asan.
Los plátanos son otro ejemplo de un alimento que no debe guardarse en el frigorífico. Aunque muchas personas piensan que el frío prolonga su frescura, las bajas temperaturas en el refrigerador interrumpen su proceso de maduración, lo que causa que se pongan marrones y blandos.
Recomendaciones para almacenar alimentos
Los expertos sugieren prestar especial atención a la forma en que almacenamos los alimentos, ya que muchas veces la refrigeración no solo afecta su sabor, sino también su seguridad. Para garantizar que los alimentos se mantengan frescos y seguros, es importante seguir las recomendaciones de los nutricionistas sobre el almacenamiento adecuado.
Asegúrese de conocer qué alimentos deben mantenerse en el refrigerador y cuáles deben almacenarse a temperatura ambiente para evitar riesgos innecesarios.