Hoy, mi pluma se siente pesada y las palabras se me anudan en la garganta. No es una noticia que se reporte con la objetividad distante que nos enseñaron en las aulas, sino con el profundo dolor de quien ve partir un pedazo de su propia historia en una redacción, un compañero que en la vida hizo lo mismo que tu.
Nuestro amigo, nuestro hermano de batallas y sueños en periódicos, Alberto Morán, nos ha dejado de manera repentina, y con ello un vacío que ninguna noticia de sucesos podrá llenar.
Compartimos el hambre de conocimiento y la sed de un futuro mejor en el trajín diario de buscar y conseguir una primicia que alegrara al jefe de información, José Semprun, y lo hiciera reír a carcajadas hasta retumbar las paredes de vidrio de la redacción.
Vimos el amanecer incontables veces entre cuartillas y tazas de café aguado, sacando noticias trascendentales para tener un periódico de altura,celebrar en los barcitos del centro.
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Formamos parte de la historia en Panorama Alberto , con Josué, Javier Muñoz, Óscar Silva, Alexis Blanco, Luis "gato" Viloria, Pedro López , Duque y otros colegas. Se escribió un pedazo de historia en cada risa compartida, en cada abrazo de consuelo, en cada consejo sincero en los momentos de flaqueza. Fuimos compañeros de vida, confidentes de secretos inconfesables, cómplices de travesuras que hoy recordamos con una sonrisa agridulce.
Atesoro cada recuerdo, desde los éxitos profesionales que celebramos juntos hasta las noches de desahogo donde la vida nos golpeaba y nos levantábamos.
Te fuiste, amigo, pero tu legado perdurará en cada recuerdo, en cada enseñanza, en cada sonrisa que dejaste grabada en nuestras almas. Nos duele tu partida repentina, esa que nos arrebató la oportunidad de un último adiós, de una última conversación.
Hoy, la tinta de mi pluma no escribe una simple esquela, escribe el lamento de un Adiós a quien formó parte de un equipo de trabajo de un periodismo de hermandad .Descansa en paz, Tu espíritu seguirá vivo.
Javier Sánchez