En Venezuela, la expresión "la hora del burro" se utiliza para describir ese momento del día, generalmente entre la 1 y las 2:30 de la tarde, cuando las personas sienten sueño y cansancio después de almorzar.
Este término tiene un origen curioso vinculado a la historia del transporte en las ciudades venezolanas, cuando los tranvías eran tirados por mulas, animales que necesitaban su tiempo de descanso.

Durante esas primeras horas de la tarde, las mulas o burros se negaban a halar los vagones y tomaban un merecido descanso, acostándose en el suelo. Este comportamiento marcó el tiempo en que las personas, imitando el estado de fatiga animal, utilizan esta expresión para referirse a la somnolencia postprandial.

Fenómeno que no se limita a animales ni a tranvías, sino que se refleja en la experiencia diaria de muchas personas que sienten cómo disminuye la energía y aumenta el deseo de reposo después de la comida.
Así, "la hora del burro" se convierte en una expresión popular para describir un momento natural del ciclo diario, que aún hoy mantiene vigencia en el lenguaje cotidiano venezolano.
Andrea Barrueta/Pasante
Noticia al Día