Esta semana se llevó a cabo en Bruselas, Bélgica, una conferencia internacional en “solidaridad” con los migrantes venezolanos y sus países receptores, una cita convocada por la Unión Europea y Canadá y que invitó a organismos internacionales y organizaciones humanitarias. Estaban todos, menos Venezuela.
El “detalle” no pasó inadvertido para el canciller colombiano Álvaro Leyva, quien en su intervención se preguntó: “¿Cómo tratar de venezolanos sin que Venezuela esté presente? Me opongo”, dijo a la prensa internacional.
El representante diplomático puso en duda las cantidades reportadas en ayuda humanitaria, así como el número de migrantes venezolanos que se han reportado en diferentes países. “Hay que comenzar a conversar con Venezuela para establecer verdaderos censos”, expresó.
Aprovechó la oportunidad para criticar la política del gobierno de Iván Duque sobre Venezuela, a la que ignoró por años, haciendo que se agravara la situación de las fronteras comunes. “Por supuesto que nos preocupa tener más de dos mil kilómetros de frontera con Venezuela y que todo este tiempo se la haya desconocido, como si no existiera. ¿Y mientras tanto qué ocurría con la población fronteriza? El hambre, el paso de los contrabandos, el narcotráfico, la falta de autoridad. Todo eso hay que recomponerlo, no sólo en Colombia”, dijo Leyva.
"Diálogo de sordos"
Como resultado de la cita internacional de Bruselas, que concluyó este viernes, los convocados decidieron destinar 807 millones de euros en ayuda humanitaria para los refugiados y migrantes venezolanos, según anunció el comisario europeo de Gestión de Crisis, Janez Lenarcic.
“Hemos vuelto a poner el foco en la crisis a la que se enfrenta el pueblo venezolano”, dijo el representante europeo, quien en ningún momento hizo referencia al bloqueo que varios países aún mantienen contra Venezuela.
Lenarcic pidió una “solución sostenible a esta crisis humanitaria y política” que según las cifras que ellos manejan ha provocado que haya siete millones de “refugiados” venezolanos y ello pasa, según el comisario, por “un diálogo político” entre el gobierno del presidente Nicolás Maduro y la oposición.
Insistieron en pedir elecciones “libres y justas” en el país, pero en ningún momento expresaron la posibilidad de entablar un diálogo con Caracas, como sugirió el canciller colombiano Álvaro Leyva.
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