Son las 5 y 40 de la tarde del domingo, a una estación de servicion al final de Bella Vista, Antonio Rivero, de 64 años, llega en su vieja moto MD Cardenal, en la pantorrilla lleva vendada una herida, los pies entumecidos por la neurosis diabética, le cuesta un mundo parar la moto en sus soportes, al lado la taquilla para cancelar, requiere un "dolita" de combustible, a su lado se estaciona un chico motorizado de elegante unforme vinotinto, le pide el favor si le puede comprar, el joven le responde que no tiene dinero, el viejo le responde, "oiga, joven, no le estoy pidiendo dinero, solamente el favor de que me canceles en taquilla.
A todas estas, el bombero de unos 50 años, deduce lo que habla el viejo con el muchacho y le hace señas que adelante para abastecerle y le dice: ¡claro, como lo ve "pelusa" cree que le está pidiendo".
Esas son vainas que nos pasan a los viejos. Un sector frágil y vulnerable que debemos superar todos los obstáculos y aprender nuevas cosas con la palabra "pelusa": persona que anda sin dinero, un pelao, pues, esto le puede servir a Venezolario. jajajajaja.
JC