El triple femicidio de Morena Verdi y Brenda del Castillo, ambas de 20 años, y Lara Gutiérrez, de 15, sacudió a Argentina. Los brutales asesinatos fueron transmitidos en vivo por redes sociales.
Las víctimas fueron engañadas para subirse a una camioneta creyendo que se dirigían a una fiesta el 19 de septiembre, según los investigadores. Habían sido torturadas antes de morir. Los detalles de las autopsias son espeluznantes.
Cinco días después de su desaparición, los cuerpos de las tres víctimas fueron encontrados enterrados en una propiedad en un suburbio del sur de Buenos Aires el miércoles.
La policía cree que una banda de narcotraficantes fue responsable y que el crimen se transmitió como una advertencia a grupos rivales.
Detenciones
Por el caso hay nueve detenidos. Según la ministra de Seguridad Nacional, Patricia Bullrich, un joven peruano de 20 años, alias "Pequeño J" Tony Janzen Valverde Victoriano, de 20 años, estuvo prófugo durante seis días, es señalado como el presunto líder del grupo y autor intelectual del triple crimen y ya fue capturado en Perú.
La captura de "Pequeño J" se produjo en circunstancias que sorprendieron a los agentes. En Pucusana, un balneario a 60 kilómetros al sur de Lima , ahí el narcotraficante peruano intentó pasar inadvertido dentro de un camión en plena Panamericana Sur, pero su plan se frustró debido a un factor imprevisto: un paro de pescadores en la zona de Pucusana.
Según los investigadores, su intención era encontrarse en Perú con el argentino Matías Ozorio, su mano derecha y detenido también este martes.
Pequeño J fue rastreado y ubicado por la policía porque seguía utilizando su teléfono móvil. “Ni el chip le había cambiado. Una cosa muy rudimentaria. El número era el mismo que un testigo había aportado a la justicia. Algo muy poco profesional para un narco”, declaró la ministra de Seguridad argentina, Patricia Bullrich, al diario Clarín.
Respuesta Social y Clamor por Justicia
En Buenos Aires, familiares de las víctimas marcharon el sábado hacia el Congreso exigiendo justicia.
El padre de Brenda, Leonel del Castillo, declaró a la prensa durante la protesta que le fue imposible identificar el cuerpo de su hija debido a los abusos que sufrió, y enfatizó: "Las mujeres deben ser protegidas más que nunca".
Antonio del Castillo, abuelo de las primas de 20 años, lloraba mientras calificaba a los asesinos de "sanguinarios", añadiendo: "No le harías a un animal lo que les hicieron".
A la menor le arrancaron los dedos mientras estaba viva. Todo fue grabado y transmitido en vivo a más de 40 integrantes de la presunta banda narco como forma de disciplinamiento interno. Los investigadores suponen que las víctimas, o al menos una de ellas, se quedaron con dinero o droga de la organización.


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