Una adolescente de 12 años, optó por ingerir un blíster de pastillas anticonvulsivas debido a las bestiales agresiones que le efectuaba su madre, Johanna Rosalith Mendoza Fletes, de 46 años.
La progenitora alegó que era un método de represión porque la menor era desobediente. Sin embargo, la agresión llevó a la adolescente a ingerir el medicamento que la dejó inconsciente, siendo trasladada hacia el Hospital Doctor Lino Arévalo de Tucacas, por presentar una sobredosis.
Y ante un arduo trabajo realizado por detectives de la Policía Científica, la mujer fue detenida por el delito de trato cruel contra su hija, quedando a disposición de la Fiscalía 18 del Ministerio Público de la Circunscripción Judicial Penal.
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