Martes 01 de octubre de 2024
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Cuatro artistas marabinos presentan su obra en exposición inaugural en Valencia

Intento sentir mi cuerpo pegado a mi alma desbordada de sueños y entonces quisiera mantenerme así, en duermevela, pensando única…

Cuatro artistas marabinos presentan su obra en exposición inaugural en Valencia
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Intento sentir mi cuerpo pegado a mi alma desbordada de sueños y entonces quisiera mantenerme así, en duermevela, pensando única y exclusivamente en esta idea de estar ahí, en la mezzanina del Hesperia, en Valencia, junto con Dylan y mi bienamada amiga, Sonia Carpenito, también en Freddy Colina y su hermosa familia, mirando esta exposición de cuatro artífices muy míos de mí, quienes mañana inaugurarán su exposición regia.
Un zancudo muy fumado hunde su aguijón en mi piel de zorro cascado y entonces no es quien me pica, sino esa palabruja, écfrasis, clavada en mí desde que me la recuperara la poeta Natasha T…
Alucinado en esta madrugada más caliente y pálida que las demás permito a mi mentor especialista en asuntos de arte, y en todos los demás, mi gabinete Octavio Paz, desde quien extraigo esta cita ajustada a los territorios iluminados por Tiniacos:
“Poesía y pintura son artes que se despliegan en territorios opuestos: el reino de la poesía es el tiempo y el de la pintura el espacio; la poesía se oye y la pintura se contempla: el poema transcurre y al transcurrir cambia mientras que el cuadro siempre es idéntico a sí mismo…”.
Todo este introito picado de mosquito fumón (he aprendido a distinguirlos: parecen tatuados con la bandera brasileira) lo hago para avalar al noble carnalote, don Jimmy Yánez, quien en menos de una semana me ha dado dos “tubazos artísticos” que nacen desde este Gabinete del cual les digo. Es bueno, muy bueno, sentir cerquita los ecos de la complicidad creativa que nos concierne. Jimmy, decía, publicó, lo leí esta madrugada de sábado, con sendas fotos, este texto que ahora también yo compartiré, escrito por ese tal “metomentodo” llamado Alexis Blanco, tan petulante y “takititakicututunflay”, de quien tengo abierto un expediente para llevarlo a la picota y despedazarlo, públicamente y no sin antes torturarle leyéndole todas y cada una de sus maratónica notas, pendejo cursi, creyendo que jamás será tocado por el chatGPT y demás fórmulas desmesuradas propias de esta época, ya nunca más la suya. Él, lo sabemos, defenderá su condición hasta el último fumito, o bocanada, carabelas de la nada, recurriendo, como nunca, a las Obras Completas del Vate Nobel de 1990:
“La misión del arte —al menos del moderno— no es reflejar mecánicamente a la historia ni convertirse en vocero de esta o aquella ideología sino oponer, a los sistemas, sus funcionarios y sus verdugos, el invencible Sí de la vida”.

Hernández, Labarca, Pérez, Reyes

CUATRO MANTRAS VISUALES CONCURRENTES

Alexis Blanco

Múltiples factores convergen para afirmar, sin equívoco, que la exposición ALQUIMIA DEL RELÁMPAGO ofrece a cada espectador una esplendente visión de la madurez plena alcanzada, en sus respectivos trabajos, por toda una generación de creadores zulianos que, de una u otra forma, prosiguen la grandiosa saga de sus maestros antecesores.
Epígonos o alumnos dilectos de aquellos, Manuel Hernández, Mario Labarca, Jesús Pérez y Ricardo Reyes, también han heredado y desarrollado una minuciosa capacidad de compromiso ético y estético con respecto a la obra y su pertinente confrontación con el público y la crítica especializada.
Aquí, en esta colectiva, debemos asumirlos como en una suerte de mántrico coro visual, pintura a ocho manos, para ser cantada y vislumbrada como un fecundo acto de amor por su oficio.
Esto último fundamenta esta lúcida y feliz iniciativa que ha tenido, tanto la Junta Directiva como la comisión de Cultura, del Hesperia WTC Valencia, avalados por Fedecámaras Carabobo, de invitar a estos cuatro jóvenes maestros zulianos, quienes desplegarán, en esta mezzanina, un valioso puente de encuentro cultural entre dos regiones fundamentales y muy parecidas, en tanto referencias clave de lo que el arte y la belleza compartida significan para los ciudadanos de Carabobo y el Zulia. Un póker de artífices:

MANUEL HERNÁNDEZ es arquitecto y su trabajo recrea un proceso de investigación de la luz y el color a través de una mirada cenital, plena de metáforas y de una sugestiva conciencia sígnica.

MARIO LABARCA concita poesía, filosofía, música y pintura, en una conjugada que él mismo perfila: “Mi obra es mas cercana al territorio nebuloso de la intuición. Es como afinar a ciegas mi musicalidad interior”.

JESÚS PÉREZ ha paseado sus personajes extraordinarios por varios países y aquí en Venezuela ha sido laureado con importantes premios, todo a partir de una obra pictórica de intensidad subyugante, técnicamente sustentada en atmósferas de admirable resolución visual. Señor artista.

RICARDO REYES sustenta, en el dibujo, un conjunto de telas donde todas las tendencias pictóricas aparecen dominadas con cierto regodeo plástico muy sugestivo: Creo que el arte nunca estará al límite de la creación y su consecuencia posterior debería ser despertar en el espectador los escrúpulos que le permitan descubrir lo no visto”.
Mucha suerte para ellos, mis carnales artistex (y verga)
¡Salud!

Alexis Blanco

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