La joven periodista e ingeniera en gas fue hallada muerta la noche del martes dentro de su vivienda
El cuerpo de Marlyn Goitía no aguantó las horas que sus familiares tenían previstas para que su mamá, Gladys Muchatty, quien venía en carretera desde Colombia, le diera la última bendición. La tarde del jueves se vieron en la obligación de adelantar el sepelio y darle cristiana sepultura.
Sobre este suceso que mantiene consternada a toda la comunidad de Santa Elena de Las Cocuizas, surgen nuevos detalles que apuntan como principal sospechosa del dantesco crimen a la amiga más cercana de la víctima, la cual conducía la camioneta de Marlyn, una Eco Sport.
La señalada también llevaba la administración de las cuentas bancarias de la víctima, quien realizaba tesis y publicidad.
Consternados por lo sucedido, los hermanos de Goitía recuerdan haber notado un comportamiento extraño en ella, como el verla muy descompensada. «Desde el jueves estaba diciendo que se sentía mal, que estaba mareada, y se le veía como si estuviese dopada. También dijo que tenía dolores en el cuerpo».
Hipótesis
Ronny Goitía explicó que al cuerpo de su hermana se le podían evidenciar algunos golpes, además de estar maniatada. «Ella tenía las manos empuñadas, como si hubo un forcejeo, como si se hubiese defendido. Al haber golpes, deben existir rastros de sangre en la cama y en la pieza, pero en los análisis de luminol no hallaron partículas de sangre. Estamos seguros que si hacen esos análisis en el carro van a conseguir pruebas».
Explicó, que eso les hace pensar que ella fue vilmente asesinada en otro lugar y llevada a su casa. Esta hipótesis cobra más fuerza en la familia por diversos hechos, uno de ellos, la presencia de un motorizado que hasta la fecha nadie sabe de quién se trata, buscándola en Santa Elena el pasado domingo.
«El domingo Día de las Madres, ella se fue de la casa (de su mamá) a las 9.30 de la mañana, junto a un motorizado, que no sé quién es. Ella al subirse volteó a mirarme con intenciones de querer decir algo y su mirada expresaba que algo estaba sucediendo; él también (motorizado) volteó y me quedó mirando y luego arrancaron, muchos vecinos los vieron en la parte alta del sector pero no se sabe para dónde agarraron, lo cierto fue, que para Santa Inés no fueron a dar», relató Ronny.
El deudo describe que cuando llegaron los organismos de seguridad a la escena del suceso, para el levantamiento del cuerpo y comenzar los protocolos reglamentarios, no lograron ubicar los documentos de identidad de Marlyn, «en Santa Inés están unos chinos, una señora encontró la cédula allí y se la entregó a un tío. Esto no tiene explicación».
Al respecto, Hernández agregó que «la amiga dijo que fueron a comer empanadas y que a las 8.00 de la noche la dejó en su casa. No rompieron la puerta ni ventana; el que mató, cerró y se fue. Ella era la única que tenía llaves».
Sospechas y evidencias
El día lunes, recuerda Ronny, que cerca de las 11.00 de la mañana la amiga de su hermana llegó hasta su casa para preguntarle si tenía alguna información de ella, si le había escrito y si tendría saldo porque no le había respondido, «la conciencia no la dejó tranquila y comenzó a preguntar».
« ¿Qué vas a estar preguntando por mi hermana?, tú debes saber de ella mejor que yo. Preguntó dónde estaba el bolso de Marlyn y le indiqué que estaba en el cuarto, que si quería pasara a búscarlo», relató.
En este sentido Nairobis Hernández y Amarilis Maicán, hermanas, explicaron que la hoy occisa y la sospechosa tenían muchos años de amistad por haberse criado en el mismo sector y ser vecinas.
Dijeron que cuando el CICPC llegó a esa casa, los vecinos y algunos familiares observaron el momento en que los policías sacaban los objetos y ropa perdida de Marlyn de su casa, «bombona de gas, bomba de agua y calzado. Logré reconocerlo porque el día que compró las cholas, compró cuatro pares, qué hacía ella con eso si no calzan el mismo número de zapatos?».
«Ella era muy fregada con sus cosas, sobre todo con la comida, ella siempre le gustaba ver su cajita con comida llena, además ayudaba a los demás».
Último mensaje a su hermana
Nairobis Hernández está sedienta de justicia, ella vive cerca de donde se registró el hallazgo, «el domingo hablamos por WhatsApp, "Hola hermana felicidades, te quiero mucho", fue el mensaje que me mandó. Le iba preguntar si estaba allí, en su casa, para ir a verla, pero entre una cosa y otra no fui. Tenía esa espina en el pecho de no saber de ella y justo cuando estoy diciendo para ir una vecino me dijo que le había dado algo».
Asimismo mencionó que Marlyn estaba siempre pendiente de sus hermanos y se comunicaba con ellos.
Explicó que Marlyn logró mudarse para Santa Inés, porque ella (Nairobis) vivía en el sitio al igual que otra hermana que está actualmente radicada en Colombia.
Noticia al Día con información de La Prensa de Monagas