Los reclusos de una prisión en Risdon, Australia, recaudaron casi diez mil dólares para adoptar a un perrito llamado César, el cual sufre de ansiedad paralizante.
De sentir ansiedad a un hogar feliz
El amor a primera vista de los reclusos hacia César ocurrió en el marco "Cachorros en libertad condicional", en el cual, llevan algunos perritos a la prisión para visitar a los presos y así puedan recibir adiestramiento para luego ser adoptados fuera de la prisión.
A pesar de que César tenía una condición: ansiedad paralizante, vivió el programa de cachorros dentro de la prisión Risdon por completo, debido a que le resultó difícil tener una vida lejos de un humano. Por ello, era incómodo para el perro estar fuera de la prisión.
Asimismo, el funcionario de prisiones Wayne Schulze confesó que "César se inquietaba tanto cuando salía que en realidad solo era feliz cuando estaba aquí, así que su pronóstico para ese tipo de vida no era bueno".
También explicó que la vida en prisión es excelente para el cachorrito, pues puede estar rodeado de humanos siempre. "Sube y baja por el rellano todo el día, recibe palmaditas todo el rato, lo que es perfecto para él porque sufre ansiedad por separación, así que la cárcel ha sido excelente porque nunca está sin un humano", exclamó Wayne.
Adoptar al perrito no fue fácil, los reclusos tuvieron que recaudar 14 mil dólares australianos (lo que serían nueve mil 500 dólares estadounidenses) para adoptar al ansioso César.
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Sheylan Picón
Noticia al Día