El Papa Francisco se asomó este domingo 23 de marzo, por la ventana de su apartamento en el Policlínico Gemelli de Roma, en su primera aparición pública desde su hospitalización hace 38 días por una grave infección respiratoria, para saludar y bendecir a los fieles antes de regresar al Vaticano, tras recibir el alta médica.
Francisco, de 88 años, apareció en silla de ruedas con buen aspecto y sonriente. "¡Gracias a todos!", dijo con la voz cansada ante la multitud que abarrotaba desde una hora antes las puertas del centro médico. La aparición del pontífice fue recogida por cámaras de televisión de medio mundo.
Francisco estaba previsto que abandonara el hospital después del rezo del Ángelus, al encontrarse estable desde hace dos semanas y deberá mantener un periodo de convalecencia de al menos dos meses, en los que seguirá con el tratamiento médico en su residencia de la Casa Santa Marta, en el Vaticano, comunicaron ayer sábado sus médicos.
Un Ángelus por el "fin de las guerras"
Durante el Ángelus, se mostró "entristecido" por los nuevos bombardeos israelíes en Gaza y pidió "el cese inmediato de las armas" y que se alcance "un alto el fuego definitivo", según un mensaje difundido por la Santa Sede. Además, el Papa mostró su satisfacción porque "Armenia y Azerbaiyán hayan llegado a un acuerdo sobre el texto final del Acuerdo de Paz". El pontífice también pidió a los fieles que recen "por el fin de las guerras y por la paz, especialmente en la atormentada Ucrania, Palestina, Israel, Líbano, Myanmar, Sudán, República Democrática del Congo".
Y, tras recordar la paciencia que ha experimentado durante su larga hospitalización, que "se refleja en los incansables cuidados de los médicos y sanitarios, así como en los cuidados y esperanzas de los familiares de los enfermos", concluyó su mensaje con unas palabras de agradecimiento. "Con tanta paciencia y perseverancia seguís rezando por mí: ¡muchas gracias! Yo también rezo por ustedes. Y juntos rezamos por el fin de las guerras y por la paz", dijo según el comunicado.
El papa, de 88 años, fue llevado al hospital con problemas respiratorios y presentaba un cuadro clínico complejo. Tras someterlo a una tomografía del tórax, los médicos detectaron la aparición de una "pulmonía bilateral". Los primeros días se encontraba en estado crítico e incluso requirió una trasfusión de sangre. Tras pasar dos semanas en el hospital el pontífice presentó un ataque aislado de broncoespasmo que determinó un episodio de vómitos con inhalación y un "repentino" empeoramiento del cuadro respiratorio. Entonces, Francisco "fue rápidamente aspirado y se inició ventilación mecánica no invasiva".
Su salud empezó a mejorar a principios de este mes. El 16 de marzo el Vaticano publicó la primera foto del papa desde su hospitalización. Tres días después la Santa Sede comunicó que al pontífice le suspendieron la ventilación mecánica y que continuaban los avances en la fisioterapia motora y respiratoria. Sin embargo, señaló que las infecciones pulmonares no han sido eliminadas por completo.
Mientras tanto, este viernes Víctor Manuel ‘Tucho’ Fernández, cardenal argentino cercano al papa, reveló que Francisco "está muy bien físicamente", pero "necesitará rehabilitación" después de su enfermedad. "Necesitará rehabilitación porque mucho tiempo con oxigenación de altos flujos te seca todo y casi que tenés que volver a aprender a hablar", explicó.
Noticia al Día/AP