El papa Francisco ha pasado una "noche tranquila" y continúa descansando después de haber sufrido el pasado viernes, 28 de febrero, una crisis aislada de broncoespasmo. Esto le provocó también un episodio de vómito por inhalación e hizo que tuviera que ser sometido a ventilación mecánica no invasiva.
Sin embargo, tras la preocupación inicial, los médicos informaban el sábado por la tarde de que el estado clínico del pontífice permanecía "estable". De hecho, durante el día de ayer ya estuvo tomando alimentos sólidos y leyendo periódicos.
También durante el sábado, el pontífice tuvo que alternar la ventilación mecánica no invasiva con largos periodos de oxigenoterapia a altos flujos, manteniendo siempre una buena respuesta al intercambio gaseoso.
El papa, de 88 años, se encuentra ingresado en el Hospital Policlínico Agostino Gemelli (Roma), un centro médico de referencia para los pontífices, desde el pasado 14 de febrero por una bronquitis con infección polimicrobiana a la que se sumó una neumonía bilateral.
El parte médico del sábado señalaba que no tiene fiebre y los parámetros hemodinámicos se han mantenido estables. Además, parece que no ha vuelto a repetirse el episodio de broncoespasmo.
Lee también: ¿Cómo amanece el papa Francisco hoy?
Noticia al Día/Información de La Sexta