Unidades de las fuerzas especiales de la policía fronteriza panameña mataron a dos delincuentes que robaban a migrantes mientras cruzaban la densa selva del Darién, la frontera natural entre Panamá y Colombia, en su camino hacia Norteamérica, informó ese jueves el ente de seguridad.
El suceso ocurrió el miércoles durante una comisión policial patrullaba en un sector de la comarca de la etnia Emberá Wounaan, donde estaba un grupo de personas «que abrieron fuego al dársele la voz de alto», señaló en un comunicado el Servicio Nacional de Fronteras (Senafront).
En el enfrentamiento, resultó muerto «un hombre con rasgos indígenas que portaba un rifle calibre 22 con cañón recortado», y posteriormente en un reconocimiento próximo al sitio, y tras escuchar «voces de auxilio», se dio una segunda confrontación en la que murió otro delincuente que llevaba «una escopeta calibre 16».
La acción se produjo en el ámbito de la «Operación Sapur 11», que según la nota es parte de la Campaña Darién, enfocada en la protección de los migrantes y la prevención de delitos en el corredor humanitario.
Robos en el Darién
Los robos en la selva a los migrantes son comunes, con relatos frecuentes en los que explican cómo les atracaron con armas de fuego o machetes, obligándoles a desnudarse en ocasiones para no ocultar el dinero.
Una de esas migrantes explicaba a EFE el pasado abril, cómo su grupo fue interceptado en «una lomita» por un grupo de encapuchados armados, que le pidieron «100 dólares por cada uno, y el que no le daba la plata tenía que entregar teléfono, si no era iPhone no, o si era mujer tenía que quedarse ahí», posiblemente para abusar de ella.
Médicos Sin Fronteras (MSF) aseguró, antes de que las autoridades panameñas les vetaran seguir dando atención médica en el país, que atendieron a más de 1.300 personas por violencia sexual en el Darién entre abril de 2021 y enero de 2024.
Noticia al Día / EFE