Pese a que existen varios alimentos que aportan grandes valores nutricionales para el cuerpo humano, es común recaer casi de manera cotidiana en aquellos que están lejos de aportar energía y alimento al plan dietario.
Estos no solo no benefician al organismo, sino que también aceleran el proceso del metabolismo, lo que desemboca en grandes complicaciones de salud y hasta en patologías con alto riesgo de mortalidad. A continuación seis alimentos más peligrosos para la salud del ser humano:
Papas fritas
Una investigación realizada en conjunto entre el Hospital Brigham y la Universidad de Harvard reveló que el exceso de consumo de papas fritas puede derivar en un riesgo del aumento claro de hipertensión. “Al inicio del estudio, los participantes no tenían presión arterial alta. Sin embargo, notamos que aquellas personas que consumían papas hervidas, al horno o en puré cuatro veces por semana tenían un riesgo 11% mayor de desarrollar hipertensión que quienes ingerían una o menos de una porción al mes”, explicó una especialista.
Gaseosas
Si hay un tipo de bebida directamente relacionada con la obesidad son, sin duda, los refrescos de cola o los elaborados a base de extractos de té o plantas con azúcar añadido. La OMS recomienda no ingerir más de 50 gramos de azúcar al día y fija una ingesta ideal de 25 gr. Solo una botella o lata de estas bebidas, aportan 35 gramos, más de lo recomendado.
“Si se habla de nutrición entrarían dentro de los alimentos que denominamos ‘calorías vacías’, o sea que solo suman calorías sin ofrecer al organismo ningún tipo de nutriente ni fibra. Colabora solo al aumento de peso y no al aporte de nutrientes para una correcta nutrición”, desarrolló a InfobaeCecilia Garau, licenciada en nutrición.
Rollitos de primavera (lumpias)
Quizás uno de los clásicos escogidos por muchos tanto para almuerzo como también para algunas cenas donde abundan los menúes chinos. Pero estos bocados infaltables en la comida oriental contienen un elevado contenido de grasas saturadas que promueven el sobrepeso con su consumo en grandes cantidades.
“Hinchazón abdominal, indigestiones, pesadez digestiva y, en casos extremos, hasta diarreas o intoxicaciones leves”, así describió a El País Rubén Bravo, experto en nutrición y gastronomía del Instituto Médico Europeo de la Obesidad (IMEO).
“El elevado contenido de grasas saturadas que contienen los aceites que suelen emplear en los restaurantes de corte asiático, junto con las harinas refinadas que utilizan para los fritos y rebozados, promueven el aumento del colesterol y del sobrepeso”, aseguró el especialista.
Bebidas energéticas
Las bebidas energéticas son utilizadas por muchos tanto en las jornadas nocturnas como también en aquellos días que el cansancio gana la jornada laboral, pero su elección puede sumamente perjudicial.
“Los excitantes como la cafeína y la taurina combinadas con las vitaminas B6 y B12 enmascaran los efectos negativos aportados por estas bebidas, aceleran el ritmo cardíaco y aumentan los niveles de azúcar en sangre. El abuso de estos combinados puede afectar al hígado, al páncreas y al sistema cardiovascular”.
El experto Juan Pablo Costabel (MN 119403) jefe de emergencias del Instituto cardiovascular de Buenos Aires (ICBA) afirmó que este tipo de sustancias no trae ningún beneficio. “Sabemos que tienen un efecto sobre la presión arterial y la frecuencia cardíaca. Puede no ser beneficioso a largo plazo en personas susceptibles”.
Salchichas
Sin dudas uno de los platos preferidos por los más chicos son las salchichas, que suelen ser la opción a todo momento y a toda hora. Laura Piere afirmó que, “la baja cantidad y calidad de proteínas junto con el exceso de grasas saturadas y sal convierten a este plato en una elección poco recomendable”.
La especialista apunta a la salud cardiovascular como la más perjudicada por su consumo: “La ingesta continuada de este tipo de alimentos descompensa la tensión arterial y fomenta la obesidad y la arteriosclerosis”.
Donas
En la mayoría de los casos su elaboración incluye grasas trans o hidrogenadas o aceites de alto contenido en ácidos grasos saturados relacionadas con un mayor riesgo de sufrir enfermedades cardiovasculares.
“El consumo de estos productos debe ser muy esporádico, debido a que en promedio una dona de chocolate o glaciada mediana tiene más de 300 calorías y está compuesta por entre un 35 por ciento hasta un 40 por ciento de grasas trans; son ricas en azúcar refinado y en sodio y no aportan casi ningún nutriente”, afirmó la nutricionista Mónica Maza a Salud 180.