"Cuando me operaron y salí de la UCI, sentí que todo estuvo bien. Una voz me llegaba y me decía todo estuvo bien, todo salió bien… Fue un milagro", contó entre lágrimas Cristian Colón.
Los milagros tuvieron sus inicios desde la creación de la humanidad, un hecho que, aunque ha sido tema de debates entre científicos y teólogos, sigue siendo algo impresionante.
En el año 2000 a.C se presentó un milagro a un hombre llamado Abraham, quién vivía en Ur de los Caldeos. Él y su esposa concibieron un hijo siendo estériles. Esto resultaba imposible debido a sus edades, pero Dios se los concedió.
Después de ese tiempo también hubo muchos profetas como Elías, Daniel, Jeremías, Isaías, Jonás, quienes presenciaron milagros y decidieron contárselo al mundo. Sin olvidar al carpintero, mejor conocido como Jesucristo, que a los 30 años salió a convertir el agua en vino, a sanar enfermos, darle apoyo a los inocentes y que se sacrificó por el perdón para toda la humanidad.
Para muchos un milagro es algo inexplicable que solo puede atribuirse a la acción de un Dios. Para otros los milagros parten de la acción más sencilla, como las risas, un buen tiempo en familia e incluso un atardecer.
El Papa Francisco una vez dijo: "El señor no hace milagros con quien se cree justo, sino con quien se reconoce necesitado y está dispuesto a abrirle el corazón".
Al hacer un viaje en el tiempo y ubicarnos el 4 de marzo del año 1958 en la Iglesia San Alfonso de la ciudad de Maracaibo, ocurrió un milagro un domingo por la mañana, cuando una persona intentó atentar contra un sacerdote con un cuchillo, pero en el intento, el cuchillo se partió en el aire en tres pedazos que cayeron al suelo. Un hecho que impactó a las personas presentes.
"Para mí los milagros son un regalo de Dios", afirmó Arlenys García catequista de la basílica de la Virgen Chiquinquirá.
Sin embargo, al recorrer las calles de la ciudad de Maracaibo, se ha visto una fe inmensa a Dios, sin titubeos o dudas. Cada ciudadano a su forma comentó lo que para ellos es un milagro y las experiencias que han considerado un milagro.
"Cuando me operaron y salí de la UCI, sentí que todo estuvo bien. Una voz me llegaba y me decía todo estuvo bien, todo salió bien… Fue un milagro", contó entre lágrimas Cristian Colón.
"Estoy viva gracias a uno de tantos milagros", dijo una señora de la tercera edad en la basílica de la Chiquinquirá. La señora comentó sobre cómo antes sufría un aneurisma cerebral, siendo muy difícil que se salvara. Sin embargo, ella en ese momento tuvo una gran desesperanza: "Esperábamos que yo no estuviese más", aseguró ella entre suspiros, pero al ir a la consulta con el médico, le dijeron que no tenía nada, se había salvado. "Para mí, eso es un milagro", afirmó la señora.
Entre las calles también se encontró un ciudadano llamado José Picón, quien aseguró que él no creía en los milagros hasta ver uno.
No obstante, cada creyente al recordar cada uno de esos momentos, no faltó en cada relato una sonrisa, una lágrima o alivio, ya que esas experiencias vividas han sido su motivo de seguir adelante y de confiar en que todo estará bien, porque para muchos de ellos, hay un Dios en quién confiar y poner su esperanza.
Tal y como comentó el sacerdote José Gregorio Andrade, párroco de la iglesia Santa Bárbara: "Para la iglesia los milagros son acciones divinas enviadas por Dios, para las personas que tengan fe". Según sus declaraciones, hay muchas personas en la iglesia que están en la espera de un milagro pero sin fe, de alguna manera algunos han intentado negociar con Dios a lo que él afirmó: "Con Dios no se negocia". Ya que, un milagro parte de muchas cosas desde la más pequeñas, hasta las más maravillosas e impresionantes, pero para que suceda sólo depende de una sólo cosa: una fe genuina.
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Elianny Isabel Touissant/Pasante
Fotografía y video: Laura Fernández/Pedro Gómez/Pasantes
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