Tras un sorpresivo arresto en un aeropuerto a las afueras de El Paso (Texas), el cofundador del cartel de Sinaloa, Ismael ‘el Mayo’ Zambada y Joaquín Guzmán, uno de los hijos de Joaquín ‘el Chapo’ Guzmán, tomaron caminos separados este viernes.
Zambada, uno de los narcotraficantes más poderosos de México, continúa bajo custodia de las autoridades estadounidenses en El Paso y se declaró esta mañana no culpable de los delitos de narcotráfico y lavado de dinero que le imputa la justicia federal en Texas.
El caso en el estado sureño, sin embargo, es uno de a los cuatro procesos abiertos que el ‘Mayo’ tiene en EE.UU. y no está claro si será juzgado allí o en otra jurisdicción.
En Texas, la fiscalía lo señala por más de una treintena de delitos cometidos entre 2000 y 2012, incluyendo el tráfico de "miles" de kilos de cocaína y marihuana hacia EE.UU. y lavado de dinero.
El arresto de Zambada, uno de los mayores golpes al narco en décadas, también está rodeado de incertidumbre respecto a cómo se llegó a ese punto.
La clave estaría en el papel que jugó Joaquín Guzmán López, quien comparecerá la próxima semana ante una corte federal en Chicago (Illinois), a más de 2.300 kilómetros de donde fue arrestado, según informaron a EFE fuentes policiales.
Allí se enfrentará a más de una docena de cargos, entre ellos por narcotráfico, lavado de dinero y por formar parte de una organización criminal.
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Noticia al Día/Información de EFE