Taiwán amaneció este miércoles 24 de julio, con las escuelas y oficinas cerradas mientras espera la llegada de Gaemi, un tifón que trae consigo rachas de viento cercanas a los 230 kilómetros por hora y que podría tocar tierra esta misma noche.
Según la Dirección General de Administración de Personal del Gobierno taiwanés, un total de 21 ciudades y condados han suspendido las clases y los trabajos presenciales como consecuencia del tifón, incluyendo las ciudades de Taipéi, Nuevo Taipéi, Taoyuan, Taichung, Kaohsiung y Hsinchu, así como los condados orientales de Hualien, Yilan y Taitung, que son los más expuestos al temporal.
La única región que mantiene los horarios habituales de clases y oficinas es el condado de las islas Kinmen, un archipiélago bajo control taiwanés y ubicado a escasos kilómetros de la localidad china de Xiamen (sureste).
El presidente taiwanés, William Lai (Lai Ching-te), acudió esta mañana a la sede del Comando Central de Operaciones de Emergencia e instó a la población a no salir de casa a menos que sea “absolutamente necesario”.
Un tifón cada vez más poderoso
La Agencia Meteorológica Central (CWA) de Taiwán emitió el martes una alerta marítima y terrestre ante la incipiente llegada del tifón, el primero que afecta directamente a la isla en lo que va de año.
El organismo también lanzó esta mañana una advertencia por lluvias “extremadamente torrenciales” en las regiones montañosas de la isla, en donde podrían registrarse precipitaciones de más de 500 milímetros en las próximas 24 horas.
A las 12.15 hora local (04.15 GMT) de este miércoles, Gaemi se encontraba a unos 160 kilómetros al sureste del condado de Yilan y se movía hacia el noroeste a una velocidad de entre 13 y 18 kilómetros por hora.
La última medición disponible indicó que el tifón, cuyo radio es de unos 250 kilómetros, tenía vientos de 183,6 kilómetros por hora y ráfagas de hasta 226,8 kilómetros por hora.
Según la Agencia Civil de Aeronáutica, 201 vuelos internacionales y 261 vuelos domésticos habían sido cancelados hasta las 10.00 horas por el tifón, que también precipitó la suspensión de todos los servicios de ferrocarriles de la isla hasta el mediodía del jueves.
Los trenes de alta velocidad también dejarán de funcionar en su horario habitual a partir de esta tarde, dejando operativos tan solo tres vehículos en sentido norte y otros tres en dirección sur por cada hora.
Asimismo, las autoridades han comenzado la evacuación de las personas que viven en las áreas más vulnerables al temporal: 375 vecinos de las zonas montañosas de Kaohsiung y otros 362 residentes en lugares susceptibles a los deslizamientos de tierra en Nuevo Taipéi fueron evacuados en las primeras horas de la mañana.
Otros 11.682 hogares permanecen sin suministro eléctrico y un total de 44.598 experimentaron algún corte de energía durante los primeros coletazos del tifón.
Gaemi, que pasó de tormenta tropical a tifón en la tarde del lunes, dejó al menos ocho muertos y afectó a más de 800.000 personas en el archipiélago de Filipinas, en donde no llegó a tocar tierra.
Los meteorólogos pronostican que la tormenta proseguirá su camino a través del Estrecho de Taiwán hasta llegar a la provincia china de Fujian (sureste) el viernes.
Taiwán es particularmente sensible a desastres naturales como terremotos y tifones: en octubre del año pasado, el tifón Koinu dejó un fallecido, más de 300 heridos y afectaciones en los servicios de luz, agua y transporte de la isla.
EFE