El 12 de junio de 1954 el papa Pío XII canoniza a Domingo Savio, niño pupilo del sacerdote Juan Bosco.
Domingo Savio fue un joven santo que nació el 2 de abril de 1842 en San Giovanni da Riva, Reino de Cerdeña. Desde muy joven, mostró un profundo deseo de dedicarse a la vida religiosa. A los doce años, ingresó en el Oratorio de San Francisco de Sales en Turín, donde conoció a San Juan Bosco, quien quedó impresionado por su santidad evidente.
Domingo fundó la Compañía de María Inmaculada, un grupo que ayudaba en tareas necesarias como la limpieza y el cuidado de niños difíciles. Su vida estuvo marcada por su devoción y su deseo de santidad, llegando a decir: "Prefiero morir antes que pecar".
Lamentablemente, Domingo Savio murió el 9 de marzo de 1857 a la temprana edad de 14 años debido a una enfermedad pulmonar. Su muerte causó una gran conmoción y tristeza, pero su ejemplo de virtud y santidad se extendió rápidamente. Fue beatificado en 1950 y canonizado en 1954 por el Papa Pío XII. Su fiesta se celebra el 6 de mayo.
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