-La delincuencia e inseguridad siguen golpeando duramente la actividad pecuaria en fincas de Machiques de Perijá del estado Zulia durante los últimos días, con el robo de ganado que sale por camionadas y a pie que venden en la frontera sin que haya control alguno por parte de los organismos de seguridad.
Luis Vargas, productor agropecuario y miembro de la Federación de ganaderos de la zona fue entrevistado por Noticia al Día vía telefónica sobre esta grave situación y dijo de manera tajante: "Lo de los ladrones llevándose el ganado tiene mucho rato, muchos años que ocurre sin control, al punto de que hubo un momento en que se llegaron a robar hasta 600 animales juntos en un día", recordó el ganadero.
Aseguró que los indígenas yukpas cargan con el rebaño a pie, atraviesan la montaña, llegan a la zona de Codazzi (del otro lado de la sierra de Perijá) paralelo con la población de Machiques. "Ya crearon otras rutas a través de la montaña con los riesgos que implica eso, por donde sacan el ganado a pie sin problema", confirmó el productor zuliano.
A modo de ejemplo, el ganadero informó que propietarios de la Finca El Sendero tienen una denuncia del robo de 72 animales el 28 de febrero del presente año. Otro productor de la finca San Andrés en una sola noche le robaron 600 animales, el dueño de la finca Aponcito denunció el robo de 200 animales en una noche y lo obligó a colocarle un candado a la propiedad y posteriormente venderla.
Vargas recordó que cuando se trata de robo no todos los animales son del mismo tamaño, pues en unidades de transporte pueden cargar vacas, becerros, novillas preñadas, mautes, y en este caso de animales que llegan a doscientos kilos caben entre 30 y 35 animales en un camión, y en el caso de vacas se puede decir que se transportan entre 18 a 20 por camión, según el engorde, explicó.
Todas las semanas las fincas del pie de monte de la Sierra de Perijá que están en la vía Machiques- Tukuko y Machiques-Toromo, han sido robadas en diferentes oportunidades.
Consecuencias del robo
El ganado zuliano mantuvo el precio del ganado por mucho tiempo muy bajo y esto permitió que colombianos vinieran a Venezuela a comprar y si conseguían aquí un novillo en pie (450 kg) a medio dolar, es decir 225 dólares, lo comparaban y vendían en Colombia en mil dólares, refirió el ganadero Vargas.
"No se lo llevaban en camiones para abaratar costos, se lo llevaban ( hace años atrás) a pie por trochas, caminos que luego quedaron para uso casi exclusivo de los indígenas que ahora utilizan para llevarse el ganado que roban de las fincas", detalló el productor.
En todos estos robos el denominador común es la presencia de miembros de la etnia Yukpa, que trasladan los animales a la zona de demarcación para ser sacrificados y comercializados en las carnicerías cercanas, o para cumplir su principal objetivo, llevar las reses de mayor tamaño durante dos días de recorrido a territorio colombiano, donde reciben de tres a cuatro veces el valor pagado por los mercados locales.
Mucha son las fincas que han sido invadidas y que hoy totalmente improductivas con instalaciones desvalijadas están abandonadas sin rebaños porque sus dueños se fueron, convirtiéndose en aliviaderos para la guerrilla colombiana, bandas organizadas dedicadas al tráfico de drogas y combustibles, que unidos a sectores violentos y delincuenciales de la etnia Yukpa realizan actos vandálicos, extorsión, cobro de vacunas, hurto y robo de ganado, contra los propietarios de fincas.
El ganadero Regino Meza fue consultado sobre la problemática y recordó que existían haciendas en la zona que llegaron a producir 200 mil litros de leche diario y quedaron produciendo tres mil.
Denunció Meza que no se trata solo del robo de ganado e instalaciones y equipos de las fincas sino que se ha desatado una delincuencia en general y puso de ejemplo el hecho de que, los trabajadores de estos sitios de producción que han adquirido sus motos para cumplir con la jornada diaria se enfrentan al hampa que les roba las unidades y hasta sus ropas y calzados.
En el caso de los indios señaló que se tiene conocimiento que tienen asesoramiento de todo tipo por parte de quienes se han dedicado por años al robo de las fincas en la zona.
Nadie le pone el cascabel al gato
Son cada vez más los productores que abandonan sus sitios de producción y cargan con lo que tienen y como cualquier migrante se van de su hacienda y del país.
Parceleros y pequeños productores que han sido víctimas de esos robos lo han denunciado en reiteradas oportunidades y según informaron (sin identificarse), "tenemos las copias de las denuncias ante los cuerpos de seguridad competente y no se ha logrado que ningún cuerpo se active para detener estas personas que están delinquiendo en la zona desde hace años. No hay quién le ponga el cascabel al gato", dijeron.
NAD
