Ben Affleck no asistió al estreno de la película Atlas de Jennifer López en Los Ángeles este lunes, intensificando los rumores de separación. López fue vista en la alfombra roja del Teatro Egipcio Hollywood luciendo su anillo de boda, con un conjunto elegante de top blanco y falda negra larga, complementado con un collar llamativo y pendientes.
Después de 47 días sin ser vistos juntos, la pareja apareció en un evento el 16 de mayo para apoyar a sus hijos, aunque llegaron por separado con sus anillos de boda puestos. Luego, el domingo, fueron fotografiados sonriendo en un automóvil en Los Ángeles.
La experta en relaciones Alessandra Conti comentó a Fox News que aunque los rumores de ruptura son solo eso, el pasado de la pareja podría predecir su futuro. Conti recordó la primera vez que se juntaron en 2002 y se separaron dos años después en 2004, tras un compromiso fallido. La experta señaló que tras un reencuentro, es crucial abordar y procesar los problemas pasados, preferiblemente con un terapeuta.
Según una fuente cercana a Affleck, hay tensión en la relación debido a sus diferentes enfoques hacia la atención mediática. Mientras que Affleck prefiere evitar los reflectores, López maneja la atención pública de manera distinta, lo que genera estrés en ambos. Además, diferencias en estilos de crianza y tensiones previas al matrimonio sobre asuntos triviales también han salido a la luz.
Una fuente reveló a Page Six que Affleck se ha dado cuenta de que su matrimonio con López podría no funcionar, describiendo los últimos dos años como un “sueño febril”.
“Si hubiera una forma de divorciarse por demencia temporal, lo haría. Siente que los últimos dos años han sido sólo un sueño febril, y ahora ha entrado en razón y entiende que esto no va a funcionar de ninguna manera”, explicó la fuente.
A pesar de sus diferencias, López y Affleck han intentado trabajar juntos en proyectos, pero al parecer, estas conversaciones se han detenido.
En los últimos días, también se ha generado un enorme revuelo cuando López le dio “Me gusta” a una publicación de la terapeuta Lena Marsak. El texto decía lo siguiente:
“No puedes construir una relación sana con alguien que… carece de integridad y seguridad emocional… no respeta tu tiempo/no cree que sea importante llamar/devolver un mensaje de texto en un plazo respetable… carece de habilidades de comunicación efectivas… no sabe quién es ni lo que quiere”.
Los seguidores de JLo consideraron que esta interacción era prueba suficiente de que la relación con Affleck había terminado, por lo cual, Marsak pidió a la comunidad que “fueran amables”, pues sentirse identificada con una situación complicada en su matrimonio, no significaba el fin de todo.
No obstante, otra fuente de US Weekly añadió que la pareja ya arrastraba problemas debido a los constantes compromisos laborales de López.
“Jen y Ben están teniendo problemas en su matrimonio. Empezaron a tener problemas hace unos meses cuando Jen empezó a aumentar sus compromisos laborales y a prepararse para su gira. Jen está muy centrada en el trabajo. Están en dos páginas completamente diferentes la mayor parte del tiempo”.
La última vez que se les vio juntos de manera “romántica” fue el 30 de marzo en Nueva York, tomados de la mano. La relación de la pareja ha sido un tema constante de especulación, acentuado por la actividad en redes sociales y sus respectivas agendas laborales.
Jennifer López espera llevar a sus hijos, Max y Emme, en su próxima gira, y mencionó en Good Morning America que este podría ser su último intento de convencerlos mientras aún puede influir en ellos. La pareja, que se casó en julio de 2022 después de retomar su relación, sigue bajo el escrutinio público mientras navegan las complejidades de una relación de alto perfil.
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