Fue un 20 de mayo de 2000 cuando se apagó la voz del Parroquiano Astolfo Romero, por causa de un infarto.
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Muchas son las especulaciones que se han tejido acerca de su muerte, sin embargo gente de confianza y cercana ofrece detalles de lo que pasó.
La periodista y locutora Moraima Gutiérrez, conocida como la "Tía Mora", en uno de sus escritos dedicados al compositor aseguró que pasó el último día de su vida en un estudio grabando lo que sería su último hit musical titulado Ave cantora.
Tras una propuesta de Reinaldo Cubillán, su amigo, Romero había compuesto la gaita para Betulio Medina, quien desde el año 1998 decidió acompañarlos en el proyecto musical institucional Los Chiquinquireños.
De acuerdo con Gutiérrez, Astolfo Romero y Reinaldo se encontraron a media mañana de ese sábado en la productora de Heriberto Molina, para esperar a Betulio y grabar el tema convenido.
La comunicadora informa que esta composición describe el orgullo que siente un zuliano residenciado en Caracas cuando interpreta una gaita y más si a través de ella expresa su veneración por la Virgen de Chiquinquirá.
Pero Medina nunca llegó al estudio. Astolfo decidió grabar la guía del tema con la asistencia del técnico Hendrick Esis, sin pensar que sería el último.
Trascendió que Romero padecía diabetes y tras su jornada en el estudio compartió y se comió unas arepas con sus amigos. Un poco más temprano había ayudado a un familiar a cambiar el caucho de un carro.
Al llegar a casa, habría manifestado molestia en el pecho, y mientras le preparaban té de anís estrellado sufrió el infarto en su habitación. Según, llegó a la clínica sin signos vitales.
El Parroquiano es uno de los genios compositores de la gaita que dejó una huella imborrable en nuestro folclor y en el corazón de quienes todavía corean sus grandes éxitos.
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