Saúl Marín nació en Caracas un 26 de octubre de 1968, y se convirtió en un reconocido actor de telenovelas y galán de los años ’90. Desde muy joven se involucró con grupos musicales con la idea única de dejar fluir esa vena artística y así encontrar su espacio en el difícil mundo de las artes.
Sus comienzos en el mundo artístico se dieron como cantante, cuando Saúl Marín tenía 13 años, formó parte de varios grupos musicales juveniles que se crearon entonces a raíz del fenómeno musical llamado Menudo, experiencia que le permitió incursionar por primera vez en la televisión.
Siguiendo sus instintos artísticos, empezó en la producción de las telenovelas, asistiendo a una escrita por Julio César Mármol llamada La millonaria, en la que se le permitió actuar en un papel modesto, y así comenzó a dejar su huella en el mundo es la actuación.
Pero la mayor parte de su fama la obtuvo como protagonista en la telenovela La llaman Mariamor junto a la bella actriz Roxana Díaz, quien más adelante se convirtió en su verdadera esposa.
Con la idea fija de lograr su cometido, decide prepararse en el competitivo mundo actoral y se fue a Nueva York para más tarde desplazarse a Puerto Rico y tomar talleres y cursos de actuación con el reconocido director boricua Dean Zayas, quien le da la oportunidad en una telenovela llamada Aventurera.
Al volver a Venezuela, Saúl Marín hace todo lo que puede para ser parte del elenco de la telenovela Pasionaria y lo logra con éxito, para después formar parte del staff de la productora independiente Marte TV, en la que realizó varios trabajos artísticos.
Queriendo aprender mucho más y profesionalizarse, decidió irse a la cuna de las telenovelas mundiales, México, donde estuvo tres años, para luego volver a Venezuela al ser contratado para participar en la novela Angélica Pecado desarrollando un personaje de una gran calidad humana como lo fue el policía José Toribio (Toripollo), que le permitió al televidente involucrarse con su papel de policía que debía descubrir y capturar al asesino de la historia.
Se le vio también en Juana la virgen, Trapos íntimos, Estrambótica Anastasia, Se solicita príncipe azul y una participación especial en la película para la televisión La señora de Cárdenas.
Sin embargo, Saúl Marín no dejó de lado sus raíces, y regresó muy pronto a las tablas del teatro con la obra Violento, en el Ateneo de Caracas, dirigida por Aníbal Grun y escrita por Ana Teresa Sosa, y su más reciente participación en la pieza Se te nota. dirigida por Daniel Uribe y Producción especial de Carlos Arteaga en la cual demostró una vez más la versatilidad de su personalidad, proporcionándole a su personaje un carácter importante dentro de la producción.
Más recientemente se le pudo ver en el montaje teatral La última pasión del cine, en el que encarna a la muerte.
Saúl Marín se convirtió en padre, al tener un hijo llamado Giovanni André, quien parece seguir sus pasos artísticos, pero en el área musical, actualmente en Puerto Rico. Saúl Marín fue otro de los grandes talentos surgidos en la Venezuela del pasado.
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