El barrio 18 de Octubre está ubicado al norte de la ciudad de Maracaibo y se ha convertido en la cuna de grandes ciudadanos pero también de necesidades
Cada habitante del popular barrio 18 de Octubre, ubicada en la parroquia Coquivacoa al norte de la capital zuliana, no hace más que inflarse de orgullo al decir dónde creció. Y es que, en medio de sus botes de agua, sus calles incompletas, sus luces apagadas y las necesidades que la aquejan, está la identidad de sus habitantes.
Así como ha sido la cuna de las necesidades del norte de Maracaibo, también lo es de personalidades de la región. “El 18” ha parido músicos, médicos, periodistas, grandes profesionales y también las mejores empanadas de la ciudad.
El barrio arropa una parte de la cinta costera de Maracaibo; desde el Lago de Maracaibo y desde un costado del municipio Miranda se observan los cimientos que están sobre una zona muy enmontada que primero llevó por nombre Monte Claro.
Y es que debido a sus características topográficas se apreciaba una claridad que llamaba la atención y de allí el nombre, pero la denominación final se hizo formal a “18 de Octubre” en el año 1948, para conmemorar los tres años de la Rebelión Civil del 18 de Octubre de 1945.
“Próxima parada… 18 de Octubre”
Para la época su población era mayormente indígena y personas de otros estados que venían persiguiendo la bonanza petrolera, luego se fue organizando y consolidando como barrio en 1948.
El inicio fue una invasión a la que se le establecieron normas para luego legalizar a quienes quisieran habitar la zona. La mayoría de las casas fueron construidas, inicialmente, con ayuda de la municipalidad, que proveía de materiales para hacer una pieza y ellos se encargaban de construir las letrinas en el patio de cada casa.
Las casas de las letras
En 1950, cuando se constituyó como barrio, se comenzaron a construir las edificaciones educativas. La escuela Manuel Puchi Fonseca fue la primera de ellas, luego se llamaría escuela Coquivacoa, nombre que conserva hasta ahora y que se encuentra ubicada entre las avenidas 4 y 5, entre las calles J y J-K.
Antes de eso las clases eran particulares y con las abuelitas que enseñaban a leer, escribir y las operaciones matemáticas. Luego, en 1956 se construyó la escuela Monseñor Francisco Antonio Granadillo.
En el año 1960 llegó la escuela básica 23 de Enero, situada en la calle L entre avenidas 8 y 9. Al poco tiempo se construyó la Normal Alejandro Fuenmayor, que hoy día es un liceo que tiene horario matutino con el nombre antes dicho y un horario vespertino con el nombre de liceo Dr. Francisco Ochoa, que funciona desde 1970.
Hoy vive un auge económico, el barrio de las andanzas de muchos es el punto de partida de emprendedores, de gente que quiere echar pa’ lante y lo hace junto a sus calles.
Luis Fernando Herrera