Max Verstappen dominó con su autoridad este domingo el GP de Japón, para sumar una nueva victoria y brindarle a Red Bull su segundo campeonato de constructores consecutivo. Los McLaren de Lando Norris y Oscar Piastri fueron los que lo acompañaron en el podio de triunfadores en Susuka.
No hubo duda sobre el ganador de la carrera desde el principio del Gran Premio. Desde un viernes en el que Verstappen comenzó liderando los Libres 1, queriendo demostrar que no hay nadie que pueda con él esta temporada y que los problemas en Singapur hace una semana fueron pasajeros.
“Que se vayan al carajo”, dijo en referencia a los críticos que aseguraban que el bajón de rendimiento de Red Bull en Singapur se debía a la nueva normativa de la FIA sobre la medición de la flexibilidad de los alerones delanteros.
Unas dudas -y esperanzas para el resto- que se encargó de echar por tierra con una victoria que le permitió al equipo austríaco certificar su segundo título de constructores de forma consecutiva, el sexto de su historia.
Además de dejarlo a un paso de asegurar su tricampeonato del mundo en la categoría reina del automovilismo.
Oscar Piastri salió mejor que Mad Max, pero éste lo cerró por dentro y lo aprovechó Norris para intentar un adelantamiento por fuera. Lo intentó en una curva rápida, que, en condiciones normales, nunca sale bien frente al neerlandés. Y este domingo no fue diferente.
Por detrás, Guanyu Zhou (Alfa Romeo) chocó a Alexander Albon (Williams) y también provocó los toques de Esteban Ocon (Alpine) y Valtteri Bottas (Alfa Romeo).
EFE
