Más dedicado a resolver el problema de su vecino el cuestionado presidente Nicolás Maduro, Gustavo Petro enfrenta el comienzo de lo que podría ser su salida intempestiva del cargo que soñó desde que era guerrillero del M19 por allá por el año 1978.
Desde la presidencia Petro se ha empeñado en sacar a flote al régimen de Maduro a fuerza de lo que sea en eso a descuidado su propia gestión en todos los sentidos.
Su política de paz marcha con serios tropiezos, y a lo interno vive lo que se denomina en Colombia “la niñera gate”.
Se convirtió el caso de la niñera de un ligero traspié a un gran escándalo.
Creció y como a Petro le gustaba el monte cuando era guerrillero se podía inferir que ya el escándalo cogió candela, candela que no parece apagarse.
Una niñera acusada supuestamente de hurtar un dinero a la que era en ese momento la asistente personal de Petro pasó a mayores porque se acusaron la mujer, la niñera obviamente y el embajador en ese momento de Colombia en Venezuela Armando Benedetti lo que obligó a Petro a una salida que él pensaba era la solución definitiva, sacar a los dos del gobierno. Pero esa jugada le ha salido más cara.
A partir de la salida de ambos personajes de han “desatado los demonios” cómo diríamos aquí en Venezuela.
Primero hablaron Laura Sarabia y después por su puesto Benedetti. Armando Benedetti le echo más gasolina a la candela en vez de echarle agua y en lugar de apagarlo el asunto ha crecido en términos gigantescos y con un ingrediente adicional la muerte extraña, que aún investigan las autoridades, de un alto militar Oscar Dávila Torres un teniente coronel encargado de la seguridad presidencial que fue encontrado muerto el 9 de junio y que según el presidente colombiano se había quitado la vida.
Ese fuego, que no es forestal, sino un fuego que se inició en la Casa de Nariño nada más y nada menos que en la esfera de Petro.
Otro militar lo señala que ese dinero que supuestamente lo tenía su asistente personal era de su propiedad y estamos hablando de más de 3 mil millones de pesos lo que equivalen al cambio de unos 720 mil dólares que no es una pelusa de plata.
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@angelmontielp